viernes, 10 de febrero de 2017

La lista de los largos ects...

Que lo cojo, que lo dejo...Que me acerco, que me alejo...

La lista de los interminables gracias rellenos de nostalgia. Y es que tampoco me voy lejos pero la complicada ecuación de ser feliz sigue luciendo en mi cara como focos de luces largas.
Y es que me cuesta ponerle sentimientos, que no palabras...Será por eso que solo escribo.

Solo quienes habéis estado ahí, sabéis que es lista de largos ects, que esa complicada búsqueda de la felicidad ha formado parte de mis sueños y de mis miedos cada día, cada mañana que pisaba un pie en esta fría y acogedora habitación.

Han sido años constantes de cambios, de pérdidas, de amores, de estudios, de mudanzas, de perdidas, de amores, desamores, de burlas e incomprensioens...

Ahora formaré parte de otros largos ects...de largos interminables de las cosas buenas del trabajo, que no serio, pero si del que deja huella y ayuda a ser más humano. A ver la vida por nuevas calles y por los barrios viejos aun por descubrir.

A rellenar amores vacíos, o de los que vienen con un pan bajo el brazo para compartir ratitos contigo.
A decorar tu rutina y las paredes que contienen tus pensamientos y tus sonrisas.

A ser especial, y que ese especial no se pierda entre la multitud; pero sobretodo de no confundir a la complicidad con la felicidad, de que ser normal también sea un reto.

Que me voy para ser feliz, pero también para ser normal donde no lo soy, que me voy y lo merezco.
Que me voy, y  lo necesito.
Que me voy y lo quiero.

Adios residencia, siete años de rutina donde queme todo el amor y el cariño hacia aquellos a los que considero mi alegria pero a la vez la mayor de mis tristezas, adios vejez...Algún día nos encontraremos y ese día tendré que enfrentarte.

Adios compañeros, entrañables seres con tendencia a la normalidad que con cierta irritabilidad me dejáis un sabor amargo por no haberos entendido ante el hecho de no entenderme a mí.

Adios amigos, los cuales habéis forjado una base importante aquí, una comodidad...! Eso sí que era normalidad!. Una búsqueda a que todo lo que puede muchas veces la amistad.
Y aunque hayan sido muchos años no los cambio por haber vivido todo lo que he vivido con vosotros.

Y como no, no puedo dejar atrás ese gran martirio al que llaman amor, a ese gran loco desconocido que avisa pero no llama cuando viene a verte.
De ese, ya no sé nada, solo sé que trastoca y te pone de vuelta y media cuando te creías derecha.
De ese que es capaz incluso de deshacerte tu destino.

Y como no, no puedo terminar mi lista interminable de los más grandes, de mis incondicionales héroes, de los invencibles supervivientes a mis flaquezas, a mis miedos, a mis sueños y a mis bipolares emociones...

Lo sois todo porque soy de vosotros, mi familia, mis raices. Esas, que vayas a donde vayas no se irán.

Pero ahora, ahora tengo que parar para volver a empezar, tengo que vaciar para volver a llenar.

Gracias, gracias interminables, gracias a estos largos ects a los que no les puedo poner fin, a los que ni los puntos suspensivos podrían marcar y resolver estos siete años aquí.


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