C̶e̶n̶s̶u̶r̶a̶

Hay momentos que jamas volverán a ser la primera vez, así como  jamás serán  el último recuerdo...
Ese olor a lavanda que se respira en el jardín del recuerdo, ese patio donde las gallinas coquetean junto al frescor de las plantas, esos azulejos veraniegos que desfilan el estilo andaluz que lleva nuestra sangre...
Estas son las nostalgias que revolotean en nuestra mente mientras la lluvia insaciable ahoga nuestros muros ganando a lo que mejor se le da hacer: Hundirse en el amor...

Así nos dejamos llevar por la suave melodía que invita a viajar: Ese vaivén a aroma nuevo que sube y baja por tu esofago, que masajea tu estómago como pluma por mi espalda.

Amores varios, amores divagados
Delicado elixir de la niñez,
De los polvos encajados como puzzles,
De los juegos de palabras y códigos indescifrables
Donde las familias es más que Davinci en este entendimiento entrañable.
Donde es más que la suma de fotos acumuladas
De instantáneas de meses...

Y volvemos a  los nuevos destinos...
parada de estación que recoge las maletas con destino a tu vestidor, la sin censura de tus labios, la sin censura de tu dulzura...y es que si me dejara llevar...ains si me dejara llevar...la insoportable pesadez de mi ser acabaría con mis principios.