Noches...Y el compás de los detalles aguardan impacientes una nueva pasión.
Por fin una fecha en mi calendario, por fin la batalla puso cara a la guerra para poder borrar o al menos curar las cicatrices disueltas que la tierra había dejado.
Por fin las huellas del índice y el pulgar ya iban a marcar otros lugares que no fueran botones negros tintados con protox.
La sonrisa vuela como las almas, como si fresca saliera de la boqueteria y como si durmiera despierta lo que no ha podido soñar dormida.
Mientras tanto, en otras casas, en otros lugares, en aquellos bares de la esquina...
ahí divagan los vagos creyéndose reyes magos que con sus polvos rellenos de absenta anestesian su dolor.
Pero en esta noche de reyes yo no quiero regalos aunque aquellos reyes magos con los que algún día soñamos también algún día puedan despertarnos de este letargo.
Por fin una fecha en mi calendario, por fin la batalla puso cara a la guerra para poder borrar o al menos curar las cicatrices disueltas que la tierra había dejado.
Por fin las huellas del índice y el pulgar ya iban a marcar otros lugares que no fueran botones negros tintados con protox.
La sonrisa vuela como las almas, como si fresca saliera de la boqueteria y como si durmiera despierta lo que no ha podido soñar dormida.
Mientras tanto, en otras casas, en otros lugares, en aquellos bares de la esquina...
ahí divagan los vagos creyéndose reyes magos que con sus polvos rellenos de absenta anestesian su dolor.
Pero en esta noche de reyes yo no quiero regalos aunque aquellos reyes magos con los que algún día soñamos también algún día puedan despertarnos de este letargo.
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