Al final las señales no dejan de ser eso, señales. Señales que nos llevan a un sitio u otro, pero nos llevan.
Este año cierro etapas, digo adiós por fin a muchas cosas. Este año quiero más transparencia, quiero la claridad de ser más fiel a lo que pienso. Quiero dejar de jugar con la sutil y delicada mentira con la que viene disfrazada la vergüenza y el miedo.
Quiero cerrar la ventana a la inocente crueldad con la que vive el engaño.
El engaño de mostrar querer a alguien cuando en el fondo es el miedo a estar solos.
Estoy sorda ya de las indomables palabras que nos conducen a la desigualdad, a la codicia, a la soberbia...pero sobretodo a la dignididad que nombrada entre dientes,produce más coraje que verdad.
y es que cuán pocos se atreven a enfrentarse a estos versos, a ser más trtransparentes..Muchos se darían cuenta que el eco de sus almas es tan lejano que el vértigo vacío que les alienta les hace penetrar otra vez en el círculo incansable que llaman realidad.
Realidad más conocida como conformada ilegalidad a los sueños imborrables, como delincuente del arte que visita las madrugadas de algunas mentes...Oh pobre corazón, si te vas por lo que soy..o por lo que nunca fui...Oh pobre corazón que borracho nadie te quiere como a traición.
Sólo nos quedarán las señales, las pequeñas intuiciones de las incesables oportunidades.
Este año cierro etapas, digo adiós por fin a muchas cosas. Este año quiero más transparencia, quiero la claridad de ser más fiel a lo que pienso. Quiero dejar de jugar con la sutil y delicada mentira con la que viene disfrazada la vergüenza y el miedo.
Quiero cerrar la ventana a la inocente crueldad con la que vive el engaño.
El engaño de mostrar querer a alguien cuando en el fondo es el miedo a estar solos.
Estoy sorda ya de las indomables palabras que nos conducen a la desigualdad, a la codicia, a la soberbia...pero sobretodo a la dignididad que nombrada entre dientes,produce más coraje que verdad.
y es que cuán pocos se atreven a enfrentarse a estos versos, a ser más trtransparentes..Muchos se darían cuenta que el eco de sus almas es tan lejano que el vértigo vacío que les alienta les hace penetrar otra vez en el círculo incansable que llaman realidad.
Realidad más conocida como conformada ilegalidad a los sueños imborrables, como delincuente del arte que visita las madrugadas de algunas mentes...Oh pobre corazón, si te vas por lo que soy..o por lo que nunca fui...Oh pobre corazón que borracho nadie te quiere como a traición.
Sólo nos quedarán las señales, las pequeñas intuiciones de las incesables oportunidades.
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