Que voy, que vengo. Que ahora si, que ahora no...estoy para adentro u hoy no me detengo...
Ni el mismo Mindfulness puede dejar a un lado a nuestro ansiado futuro. Pero no está mal está perspectiva desde la que ahora mira. Más allá de la crisálida gelatina de la que estamos hecho, más allá de los gestos subcorporales que nos detonan.
Y es que así es la vida misma, la naturaleza es Dañiña por si sola y la simplicidad una conjugación compleja que jamás fue deseada. Por tanto la diferencia de las cosas siempre será la anomia inombrable de la que nunca podremos disfrutar ni mostrar, ser diferente seguirá siendo en el siglo XXI la ecuación compleja sin respuesta encontrada, lo más inhóspito pero a la vez lo más deseado...asi es todo, rareza introvertida, extrovertida normalidad.
Ni el mismo Mindfulness puede dejar a un lado a nuestro ansiado futuro. Pero no está mal está perspectiva desde la que ahora mira. Más allá de la crisálida gelatina de la que estamos hecho, más allá de los gestos subcorporales que nos detonan.
Y es que así es la vida misma, la naturaleza es Dañiña por si sola y la simplicidad una conjugación compleja que jamás fue deseada. Por tanto la diferencia de las cosas siempre será la anomia inombrable de la que nunca podremos disfrutar ni mostrar, ser diferente seguirá siendo en el siglo XXI la ecuación compleja sin respuesta encontrada, lo más inhóspito pero a la vez lo más deseado...asi es todo, rareza introvertida, extrovertida normalidad.
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