Será que....que será?
Y aquí estoy alta a la inatenta mirada de pasajeros que veneran Sants a la espera de sus visitas de fines de semana, de los turistas sediosos por conocer más ciudades de España, de minivacaciones express que solitarias o no hacen a la espera bajo la atenta mirada de nuestros móviles, de miradas maternales supervisando la travesura de un niño, de miradas perdidas ( Seguramente repasando si algo se olvidó, o no llega el tren, o en el amor de su vida, en el magnífico sexo que tuvieron ayer, o en el malhumorante día que han tenido hoy en el trabajo). En definitiva cientos de cuerpos entregados al afuera.
Y yo como Wally en sus tebeos escondo mi cuerpo, mis ojos, mi cabeza y pienso que y ojala no fueran de cansancio, que no es por la espera sino por lo recorrido está semana, no por los kilómetros sino por las anécdotas pasadas que a veces pesan, llevo este equipaje en una ida que será....será que...ya es la vueltalt.la..y la tarde lluviosa y las horas pesadas nos traen de vuelta en un oriente express nunca mejor dicho.
Un terueleño nos ameniza la tarde llevándonos la razón que insensata piensa hacer cambiar algo pero no, mañana los mismos asientos esperarán otros culos acomodados a la inefasta realidad en la que vivimos sin hacer nada aunque el pensamiento y cada poro de nuestro cuerpo este pidiendo a gritos un cambio.
Menos mal que una radioalemana penetra por mis tímpanos para recordarme que hay algo más allá que este momento, menos mal que hay una ventana que me recuerda que hay mar y algo maravillosamente inalcanzable en su lejania, menos mal que tengo otro cuerpo casi idéntico aunque de diferentes axiomas con el que puedo gritar aquello que callo y sentirme tranquila...
Tarde de domingo mediollena de vacíos que no son perfectos, pero nos hacen estar...será que?
Y aquí estoy alta a la inatenta mirada de pasajeros que veneran Sants a la espera de sus visitas de fines de semana, de los turistas sediosos por conocer más ciudades de España, de minivacaciones express que solitarias o no hacen a la espera bajo la atenta mirada de nuestros móviles, de miradas maternales supervisando la travesura de un niño, de miradas perdidas ( Seguramente repasando si algo se olvidó, o no llega el tren, o en el amor de su vida, en el magnífico sexo que tuvieron ayer, o en el malhumorante día que han tenido hoy en el trabajo). En definitiva cientos de cuerpos entregados al afuera.
Y yo como Wally en sus tebeos escondo mi cuerpo, mis ojos, mi cabeza y pienso que y ojala no fueran de cansancio, que no es por la espera sino por lo recorrido está semana, no por los kilómetros sino por las anécdotas pasadas que a veces pesan, llevo este equipaje en una ida que será....será que...ya es la vueltalt.la..y la tarde lluviosa y las horas pesadas nos traen de vuelta en un oriente express nunca mejor dicho.
Un terueleño nos ameniza la tarde llevándonos la razón que insensata piensa hacer cambiar algo pero no, mañana los mismos asientos esperarán otros culos acomodados a la inefasta realidad en la que vivimos sin hacer nada aunque el pensamiento y cada poro de nuestro cuerpo este pidiendo a gritos un cambio.
Menos mal que una radioalemana penetra por mis tímpanos para recordarme que hay algo más allá que este momento, menos mal que hay una ventana que me recuerda que hay mar y algo maravillosamente inalcanzable en su lejania, menos mal que tengo otro cuerpo casi idéntico aunque de diferentes axiomas con el que puedo gritar aquello que callo y sentirme tranquila...
Tarde de domingo mediollena de vacíos que no son perfectos, pero nos hacen estar...será que?
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