lunes, 19 de enero de 2015

Enero en la playa

Dicen que escribir es la única manera de poder expresar aquello que se retiene como un golpe.
 ¿ Dónde irán mis golpes?

Recordando tu piel, tu foto, tu estado y esta mañana fría de enero que podría ser hermosa si estuviera contigo, pero no es así.

De meterme bajo las sabanas y arroparme contigo, pero no es así.

Cierra los ojos un minuto, aunque no sea conmigo:

Barcelona, Facto de la Fe de Fondo y nosotros bailando con la mirada dirección Barceloneta. 
Suenan las trompetas de la muerte y nos dan la enhorabuena:

Un suspiro, una brisa, mi pelo en tu cara, un beso, un abrazo y me subes a lo alto de tus hombros...
Corremos como niños, nos caemos en la arena, un baño, otro dulce beso y un helado con sonrisa de valientes.

Buenos aires cubren la tarde de nostalgia, respiraciones que hablan; ritmos que cantan....
Siguiendo tu olor, otro baño, una jugada, nuestros bellos de punta sudan de amor cuando estamos a dos centímetros de cerca...Tú y yo...Solos los dos.

Cenamos cuerpos olvidados y cansados miramos la luna, llena; el tiempo se para.
A dos centímetros, tus labios mojados me dicen un te amo que yo no puedo olvidar, un enero que no existió pero que nos imaginamos.

Un niño que vuela y canta a mi lado, que no cree en fantasmas; me pide una historia y sin miedo yo se la cuento.
Un niño gigante, con la arena en la cara; sonríe sin saber que le depara el mañana.

Tengo que reconocer que es un desafinado amor en esta noche amarga de enero
Donde tu recuerdo regresa y desvanece como luces de intermitencia.

Y entiéndeme si digo que quiero que hables, saber que sientes. Y perdona si no acepto esta pérdida así, pero creo que no he sido cualquiera.

Y aunque no quieras irte y yo prefiera estar contigo, y así haya sido otras muchas veces tengo que reconocer que tu amor regresa y se desvanece como luces de intermitencia.

Y que no quiero olvidarte y no se porque, regresas y te desvaneces como luces de intermitencia.




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